Colombia posee un amplísimo catálogo de atractivos turísticos y culturales, por lo tanto, el afortunado visitante no tendrá ni un momento para la vacilación o el tedio, siempre que en Colombia confluyen los elementos más destacados para que cualesquier turista pase unas vacaciones de ensueño.



El turismo en Colombia es un recurso invaluable que desde hace pocas décadas se viene perfilando como polo de desarrollo económico y cultural.

En contados años ha cobrado especial relevancia este sector para la economía nacional, gracias al posicionamiento del gremio turístico colombiano en Latinoamérica. Y lo anterior no es para menos, en la región difícilmente otro país podría reñir las envidiables características de esta tierra; las bondades de la naturaleza colombiana, su cultura y sus gentes permiten disponer de diferentes categorías de descanso, diversión, conocimiento e incluso inversión.

La privilegiada situación geográfica del país le obsequia un clima envidiable, un conjunto paisajístico muy variado, una deslumbrante biodiversidad y la perfecta conjugación de dos preciosos mares.

El avistamiento de especies únicas en su tipo es una de las actividades más codiciadas por los extranjeros en territorio colombiano, de entre las muchas especies que se pueden avistar, por solo mencionar algunas, se encuentran: yubartas (Megaptera novaeangliae) y tortugas laúd (Dermochelys coriacea) en el Pacífico; osos de anteojos (Tremarctos ornatus), gallitos de las rocas (Rupicola peruviana) y cóndores (Vultur gryphus) en el centro occidente; chigüiros (Hydrochoerus hydrochaeris) y monos cotudos (Alouatta seniculus) en el oriente; delfines rosados y nutrias gigantes (Pteronura brasiliensis) en el sur.

Por su parte, el denominado agroturismo permite un reconocimiento al dedillo de la fascinante vida del campo en la tierra del mejor café del mundo; el etnoturismo le dará al viajero la inestimable oportunidad de acercarse a milenarias culturas que, muy a pesar del paso de los tiempos, mantienen integras sus más preciadas costumbres y visiones de mundo; para quienes buscan emociones trepidantes por tierra, agua y aire la aventura siempre estará presente en variantes para los neófitos como para los más osados; incluso el turismo religioso tiene su importante espacio en un país fraguado por el acontecer histórico de la Colonia, indefectiblemente perviven tradiciones de corte cristiano, y antiguos templos, basílicas y museos religiosos son sus mejores baluartes. Por las anteriores, y por muchas otras razones, podemos afirmar ―sin temor a equivocarnos― que Colombia es un destino sin igual.

El Turismo en Colombia, valorado en cifras, tiene muy buenos indicadores de logros. Según datos de la ANATO, 3.700.000 personas visitaron el país para el año 2013, cifra sólo comparable con la inédita inversión extranjera que vivió la nación para el primer semestre de ese año, en materia de turismo: 800 millones de dólares. Y es que Colombia vive actualmente una “luna de miel” con la confianza inversionista internacional, aunado este hecho al ojo clínico que el gobierno ha puesto sobre este importantísimo y promisorio rubro: en el último cuatrienio la inversión en turismo creció por encima del 100 %, y este dato se ve fielmente reflejado en la conectividad aérea, la infraestructura vial y las nuevas rutas nacionales e internacionales.

En resumen, quienes deseen recorrer el país de punta a punta, vivirán unas emocionantes experiencias a disposición de todos los bolsillos; algunos turistas preferirán aventurarse por las carreteras del país para reconocer y extasiarse con panorámicas irrepetibles: valles, montañas, paisajes lacustres, ríos de plata que serpean al lado de los caminos, firmamentos de profundo celeste, primorosos pueblitos suspendidos en el tiempo.

Otros querrán abordar una aeronave, viajar cómodos y optimizar el tiempo para llegar a los destinos turísticos más preponderantes de Colombia; lo que se otea desde las alturas es de una belleza sin parangón: las estribaciones de las cordilleras, las tupidas selvas, los conglomerados urbanos, las costas blancas y las islas enclavadas en mares teñidos de múltiples colores. Colombia es el tercer país de Latinoamérica más poblado,  siendo sólo superado por los gigantescos Brasil y México.